«Hay que cumplir las cuotas de sueño».
Dormir horas de sueño suficientes para poder funcionar. Ése es el objetivo ideal, ¿no?. Pero claro, ahí viene la gran pregunta: cúanto necesitamos dormir para que, a la mañana siguiente, nos sintamos activos, plenamente descansados y listos para la tarea.
Pues bien, ahí es donde entra un concepto muy importante, que es la llamada «cuota de sueño». Y con esa palabreja a lo que me refiero es que todos y cada uno tenemos un número innegociable de horas que dormir sí o sí, salvo que queramos estar rendidos y de un humor de mil demonios.
Como ya sabeis, hemos hablado en otras ocasiones de que, en cada momento de la vida y dentro de unos márgenes, las necesidades de sueño van a ser diferentes. Un recién nacido puede pasarse durmiendo cerca de 16 horas, mientras que un adulto medio puede necesitar entre 7 y 9. No obstante, luego cada persona es un mundo; no es raro comprobar como personas con la misma edad y del mismo sexo pueden tener diferencias muy sorprendentes en cuanto a las necesidades de sueño. Todos tenemos casos de personas que duermen un escaso número de horas sin repercusión ninguna al día siguiente (los llamaremos «dormidores cortos») y gente que, por contra, es dormilona a más no poder.
Un pequeño truco para saber si duermes lo suficiente
¿Cómo saber si estoy durmiendo lo necesario?. Muy fácil: las horas que necesitas dormir serán aproximadamente las mismas, independientemente del día de la semana o circunstancias laborales. Esas horas son las que se llaman la «cuota del sueño». Sin ella, estás perdido. Pues bien: comprueba si esas horas que duermes son similares en dias laborales que en periodo de vacaciones o cuando llega el fin de semana. Si duermes más en esos periodos, entonces piensa que a lo mejor, duermes «bastante», pero no lo suficiente.
Dormir horas suficientes para poder funcionar: algo que parece muy sencillo, pero muy importante.
Si clicas aquí aquí verás un artículo muy interesante sobre el tema.
Te espero en la próxima.