El sueño y la Luz.
Pues sí: sueño y luz están muy relacionados. Si piensas un momento, podrás ver que la mayor parte de nuestra actividad, o sea, cuando estamos más despiertos, sucede de día, que es cuando más luz hay. Por el contrario, cuando cae la noche (y por tanto, hay menos luz natural), tenemos más propensión a dormirnos. Por eso decimos que el sueño y la luz están relacionados.
El sueño, la luz y los relojes internos.
Aunque pienses que no, sabes perfectamente de lo que te estoy habando porque es algo que sufres todos los días desde que te levantas de la cama. Si no me crees, piensa por un momento: hay momentos del día donde notas que te puedes dormir con más facilidad que otros. Generalmente, en torno a las seis o las ocho horas de habernos despertado nos puede venir un primer pico de somnolencia, más suave que el segundo, que aparecerá a la tarde-noche y que es el que nos meterá en la cama.
O sea, que todos tenemos como una especie de reloj interno que va marcando el ritmo de actividad-sueño. En ese reloj influyen una serie de factores genéticos que todavía no se conocen del todo ( aunque hemos avanzado mucho). De todos modos, déjame contarte un secreto: este reloj interno se puede alterar muy rapidamente por malos hábitos o por factores externos como la luz, el exceso de actividad…etc. Y menos mal, porque precisamente esa es la base para que podamos arreglar muchos de los problemas de sueño que tenemos en el día a día: si todo fuera genético, no habría manera humana de solucionar nada.
La luz y los acoplamientos del día a día.
Logicamente, tenemos que acoplar nuestro reloj interno con nuestro día a día. Si mi pico de máximo sueño aparece justo cuando más actividad tengo, me irá mal. Y para eso hay un acoplador maravilloso, que es la luz. Por eso decimos que el ciclo día/noche es el reloj externo.
Por lo tanto, lo que hace la luz es acoplar los dos relojes que son necesarios para funcionar correctamente: el reloj externo (día/noche) y el reloj interno (actividad/sueño). Y es precisamente en estos problemas de sueño, donde los relojes no van a ritmo, donde la luz nos va a ser tremendamente útil.
Sueño que se atrasa o se adelanta: que venga la luz, por favor.
En ocasiones sucede que nuestro reloj interno se adelanta, y nos entra unas ganas de dormir irresistibles a eso de las seis o las ocho de la tarde; muertos de sueño, nos vamos a la cama y dormimos nuestras seis, siete u ocho horitas de rigor sin problema alguno. Pero claro, como nos hemos acostado a las seis o las siete de la tarde, pues nos dan las dos o las tres de la mañana y ya hemos dormido. Y nos desesperamos y damos mil vueltas, porque no logramos dormir…y es que ya hemos dormido lo que teníamos que dormir. O si lo prefieres, tu cuota de sueño ya está cumplida. A esto lo llamamos «adelanto de fase de sueño», o si lo piensas bien, no son más que individuos tipo «alondra» llevados al extremo.
Otra situación es justo la contraria: nos dan las dos, las tres de la mañana y no hay manera de dormirse. Y claro, cuando lo consigues, como son siete u ocho horitas, teóricamente hasta las diez u once no tocaría levantarse. Pero si hay que levantarse a las siete para ir al instituto o a trabajar, pues nos corta el sueño y parece que tenemos insomnio porque al final no dormimos lo bastante. Pero ojo: si le dejas dormir de seguido, en vacaciones o fines de semana, entonces sí duermen todo el tiempo que necesitan. A esto se le llama «retraso de fase de sueño»; o si lo prefieres, personas tipo «murciélago» elevadas al cubo. Y por cierto, pasa mucho en adolescentes, dicho sea de paso.
Cómo utilizar la luz en estos casos
En las dos situaciones de las que te he hablado la luz puede ser muy útil.
Así, en las personas que tardan mucho en dormirse o que, simplemente, su fase de sueño está retrasada, la exposición a luz en las primeras horas de la mañana puede favorecer que las ganas de dormir aparezcan antes. Por el contrario, si yo me duermo muy pronto, entonces tendré que exponerme a la luz a últimas horas del día.
Como puedes ver, tenemos a mano un recurso barato, natural y eficiente que nos puede ayudar mucho. Eso sí, en muchas ocasiones necesitaremos de dispositivos de luz artificial y de unas cuantas sesiones pautadas y controladas por un profesional.
Aquí te dejo un enlace sobre los usos de la luz en los trastornos del sueño. Espero que te resulte interesante.
Mil gracias por leer esta entrada.
Te espero en la siguiente visita.