Ataques de sueño bruscos: una situación muy frecuente y peligrosa.
Otra queja muy frecuente en las consultas es la de esas personas que nos cuentan que «les entra un sueño horroroso que no pueden controlar, que les da en cualquier momento y que les obliga a dejar lo que están haciendo». Y eso es un síntoma muy importante, porque nos indica que algo muy serio puede estar pasando. Vamos a hablar un poco más de las causas de estos ataques de sueño bruscos.
¿Qué tenemos que pensar en estos casos?.
Lo primero tener clara una cosa: una persona con insomnio verdadero, muy raramente se quejará de que por el día tiene ataques del sueño. Precisamente esa es la maldición del insomne: por mucho que no duerman de noche, son incapaces de dormir de día.
Posteriormente, cuando tenemos una persona que sufre ataques de sueño bruscos, deberíamos pensar en:
- La persona que los padece simplemente no ha dormido lo suficiente porque de manera voluntaria reduce el número de horas. Por ejemplo, es el caso de los estudiantes en época de exámenes.
- Existe un problema por la noche que está provocando una mala calidad del sueño, generalmente con una fragmentación del mismo.
- La persona está tomando alguna medicación o suplemento alimenticio que le provoca somnolencia.
- Hay un desacople entre el ritmo interno (ciclo sueño/vigilia) y el externo (día/noche) que favorece la aparición de estos ataques de sueño bruscos.
- Tenemos un problema de narcolepsia o enfermedades relacionadas.
- Existen problemas de tipo emocional, generalmente ansioso-depresivo que se manifiesta como somnolencia.
Vamos a explicar un poco por encima los puntos anteriores.
La persona que los padece simplemente no ha dormido lo suficiente porque de manera voluntaria reduce el número de horas.
Esto es sencillo de entender. Si no duermo las horas suficientes, no cumpliré con mi cuota de sueño y será más fácil que por la mañana tenga un sueño de mil demonios. Es el caso típico del estudiante en época de exámenes o si hay que entregar un trabajo y vamos justos de tiempo.
Existe un problema por la noche que está provocando una mala calidad del sueño, generalmente con una fragmentación del mismo.
Este punto es muy importante: da igual las horas que pases durmiendo. Si algo lo interrumpe una o más veces, al final te despiertas, aunque pueda ser durante tan poco tiempo que no seas consciente de ello. Pensemos un poco: si tienes apneas, te estragulan entre 5 y 30 veces por hora durante unos segundos, cada noche. ¿Realmente ese sueño es reparador?. ¿O te dormirás como un tronco por las esquinas?. Cámbialo por las Piernas Inquietas, que te sacan a bailar por la noche y no te dejan dormir, o esas pesadillas que te hacen dar vueltas en la cama como que estuvieras en el circo. Vamos, que es como ir en el coche con el freno de mano echado. Por mucho que intentes correr, te costará el doble de tiempo de esfuerzo y llegar. Y eso si no te cargas el motor.
La persona está tomando alguna medicación o suplemento alimenticio que le provoca somnolencia.
Existen en el mercado un montón de fármacos que pueden provocar somnolencia, bien en el momento de tomarlo o incluso hasta horas después de haberlas tomado. Logicamente, todas las medicaciones que calman la ansiedad, unos cuantos antidepresivos, muchos antipsicóticos y por supuesto, los fármacos para las alergias pueden inducir sueño de manera habitual. Pero hay bastantes más: por ejemplo, algunos de los medicamentos empleados para la Enfermedad de Parkinson pueden inducir ataques de sueño bruscos, e incluso algunos antiepilépticos. Por lo tanto, siempre hay que recordar este punto. Y te comento algo: siempre que te pregunten por algún medicamento, acuérdate de contar también tus suplementos dietéticos, las infusiones y remedios naturales.
Hay un desacople entre el ritmo interno (ciclo sueño/vigilia) y el externo (día/noche) que favorece la aparición de estos ataques de sueño bruscos.
De este tema hemos hablado en más ocasiones. La idea es muy sencilla: si en el momento de máxima actividad del día mi reloj interno dice «a dormir», me entrarán unos ataques de sueño que no podré aguantarlo. Respecto a este tema, te dejo este enlace aquí si quieres profundizar algo más.
Tenemos un problema de narcolepsia o enfermedades relacionadas.
¿Qué decir?. Esta es la enfermedad por excelencia donde los ataques de sueño bruscos son la norma. Es un problema que puede tener muchos y diferentes síntomas. Para saber más, haz click aquí.
Existen problemas de tipo emocional, generalmente ansioso-depresivo que se manifiesta como somnolencia.
Sueño, emociones, ansiedad y depresión van unidos de la mano. Si no duermo, es más fácil que me encuentre triste y nervioso. Si me deprimo o estoy nervioso, dormiré peor. Pero a veces, los trastornos emocionales, especialmente el depresivo, puede asociar, aparte de una sensación de cansancio y astenia brutales, una pérdida de iniciativa para hacer las cosas. Y también una mayor tendencia al sueño. De hecho, la depresión y la apnea del sueño son dos de los principales trastornos con los que la narcolepsia se puede confundir.
Pasos a seguir para valorar los ataques de sueño bruscos:
Como puedes ver, los ataques de sueño bruscos pueden deberse a una serie de causas que debemos investigar. Una aproximación sería:
- Entrevista personalizada.
- Historia de sueño detallada, sobre todo incidiendo en las horas que se duerme y la evolución durante la noche.
- Medicación que está tomando, incluyendo productos dietéticos.
- Estudios analíticos para valorar patología renal, hepática o problemas de tiroides. También para comprobar que no hay anemia.
- Electrocardiograma y/o Radiografía de tórax si sospechamos enfermedades cardiopulmonares.
- Pruebas de laboratorio de sueño: se puede hacer lo que se llama una pulsioximetría nocturna, que comprueba como oxigena tu sangre durante el sueño. Si hay niveles bajos, podemos sospechar que hay una apnea del sueño.
- Polisomnografía (llamada también PSG): en esta prueba vamos a registrar el ritmo de corazón, los niveles de oxígeno en sangre, si de repente el paciente deja de respirar durante un rato o si las piernas empiezan a bailar. También es útil para comprobar si el paciente sufre algún tipo de epilepsia nocturna o está empezando con un cuadro llamado Trastorno de Conducta del sueño REM, del cual habalremos más adelante.
- Test de Latencias Múltiples de Sueño: en éste comprobamos la facilidad con la que una persona se duerme. En función de lo que se tarda y en qué fase del sueño comienza se puede decir que hay exceso de somnolencia.
- Test de mantenimiento de la Vigilia: es un poco parecida a la anterior, pero con una diferencia. Aquí lo que vemos es la capacidad que tiene la persona para mantenerse despierta, no para dormirse.
Como puedes ver, tenemos muchas opciones: saber cual emplear y con quien es el truco. Y para eso estamos los profesionales.
Espero que te haya gustado la entrada. Nos seguimos viendo en más ocasiones.